La Comisión Nacional de Competencia (CNC) considera que Renfe debería desaparecer como sociedad matriz una vez concluya su prevista reestructuración en cuatro sociedades filiales, cuyo capital recomienda abrir a la entrada de socios privados que cuenten con capacidad de gestión.
Estos socios privados deberían además ser distintos para cada una de las sociedades en las que la operadora pública segregará sus distintos negocios (viajeros, mercancías, talleres y alquiler de trenes), "para evitar intereses cruzados".
Así lo indica la CNC en el informe que ha elaborado sobre el plan de reestructuración del sector ferroviario aprobado el pasado mes de julio por el Gobierno con el fin de mejorar la eficiencia de este transporte.
Este plan fija para julio de 2013 la apertura a otros operadores del transporte de viajeros en tren y contempla la reestructuración de Renfe en cuatro sociedades filiales al 100% de la operadora pública, para preparar a la operadora pública ante dicha liberalización.
No obstante, en su análisis sobre esta reforma, Competencia apunta a la "completa desaparición de Renfe como empresa matriz" de las cuatro filiales y que estas firmas pasen a SEPI como empresas "efectivamente independientes".
Además, sugiere "la entrada de socios privados con capacidad de decisión operativa, con la participación en el capital que se considere", en cada una de estas empresas filiales.
La CNC ve "insuficiente" la segregación en filiales de Renfe que propone la ley. Por tanto, estima necesario garantizar que cada una de ellas sean independientes no sólo "formalmente, sino también contable y funcional", sobre todo la que se dedicará a alquilar trenes a otros potenciales operadores, dado que "la escasez de material rodante puede constituir una barrera de entrada para nuevos operadores".
DEJAR DE DEPENDER DE FOMENTO.
Además, con sus propuestas, la Competencia busca también "eliminar" el "problema" que, a su juicio, plantea la vinculación de Renfe con el Ministerio de Fomento, actual regulador del sector.
En su informe, el organismo que preside Joaquín García-Bernaldo de Quirós "valora positivamente" la "voluntad liberalizadora" del plan. No obstante, muestra sus "reservas" ante el hecho de que se haya planteado a través de un Real-Decreto Ley, y señala que aborda una reforma "parcial sobre un sector que necesita una profunda revisión".
En su opinión, "no aborda elementos regulatorios de calado para que la liberalización y competencia sean efectivas", entre los que cita la eliminación de las "ventajas" que considera Renfe aún tiene sobre el resto de operadores. La principal de estas ventajas es la denominada "cláusula del abuelo", su derecho a seguir explotando la capacidad de red con que cuente en el momento de la liberalización.
No hay comentarios:
Publicar un comentario